Ella mantiene, com siempre, la mirada baja y tú, al buscar el paquete de cigarrillos en la bolsa del saco, encuentras un llavín, recuerdas, le dices a Aura:
— ¡Ah! Olvidé que una cajín de mi mesa está cerrado con llave. Allí tengo mis documentos.
Y ella murmurará:
—Entonces... ¿quiere usted salir?
Lo dice como un reproche. Tú te sientes confundido y alargas la mano con el llavín colgado de un dedo, se lo ofreces.
— No urge.
Pero ella se aparta del contacto de tus manos,tiene las suyas sobre su regazo, al fin levanta la mirada y tú vuelves a dudar de tus sentidos, atribuyes al vino el aturdimiento...
— ¡Ah! Olvidé que una cajín de mi mesa está cerrado con llave. Allí tengo mis documentos.
Y ella murmurará:
—Entonces... ¿quiere usted salir?
Lo dice como un reproche. Tú te sientes confundido y alargas la mano con el llavín colgado de un dedo, se lo ofreces.
— No urge.
Pero ella se aparta del contacto de tus manos,tiene las suyas sobre su regazo, al fin levanta la mirada y tú vuelves a dudar de tus sentidos, atribuyes al vino el aturdimiento...
Aura
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes
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